El vino, cuidado

El vino, cuidado

Por Sebastián Casabé

A principios de junio, parte del equipo de Vinventions Sudamérica brindó una charla junto a diversos productores para dar a conocer y actualizar las novedades de sus líneas de tapones. Por estar desarrollados para evitar la aparición de potenciales defectos que pueden degradar sustancialmente la calidad del vino, estos tapones son cada vez más utilizados en la industria del vino. En la siguiente nota, un breve repaso del encuentro

Junto a Sofía Civit – Gerente del departamento de Marketing y Alejandro Rodriguez – Director general para Sudamérica – los miembros de Argentina Wine Bloggers nos dimos el gusto de escuchar una charla específica sobre los productos que Vinventions desarrolla pudiendo, a su vez, conocer la opinión de cuatro renombrados productores que utilizan dichos productos para sus proyectos.

Vinventions, empresa belga-norteamericana creada en 2015 por Mark Noël, en poco menos de una década logro datos sorprendentes: se encuentra en todas las regiones vitivinícolas del mundo, con sus distintos productos cierran 2800 millones de botellas, poseen 14% del mercado y, sólo en nuestro país, cierran una de cada tres botellas.   

El problema

Si bien no todos los consumidores son capaces de detectar cuándo un vino presenta contaminación por cloroanisoles, seguramente alguna vez se han topado con alguno que manifestó aromas a enmohecimiento o cartón mojado. El temido TCA (Tricloroanisol), que produce la mal llamada “enfermedad del corcho”, es un compuesto que se forma, entre otros motivos, por el contacto de ciertos tipos de hongos filamentosos con sustancias cloradas. Pueden desarrollarse sobre la celulosa del corcho, sobre las duelas de roble o incluso, en las instalaciones de las bodegas. Si bien de un tiempo a esta parte hubo importantes avances para combatir la aparición de este indiscutible defecto, se estima que entre el cuatro y el cinco por ciento de botellas a nivel mundial, presentan TCA. Una enormidad.

La solución

Nomacorc es una de las marcas que decidió entrar en la pelea por tratar de acotar al máximo la aparición de TCA así como también por evitar los defectos ocasionados por el contacto excesivo del oxigeno con el vino. Alejandro al respecto comentó: “nuestra línea de tapones sintéticos Nomacorc Green line utiliza una tecnología llamada coextrusión que garantiza la no aparición de TCA así como también una gestión concreta del oxigeno”. Según nos explicaron, el proceso para la creación de estos tapones comienza por la fermentación del azúcar proveniente de la caña. De esta acción se obtiene bioetanol que, al deshidratarse, produce bioetileno. Este último compuesto luego se polimeriza formando un biopolietileno que es lo que ingresa en la máquina de coextrusión conformando el alma del tapón. En otras palabras: un tapón de origen vegetal fabricado con polímeros provenientes de la caña de azúcar ciento por ciento reciclable.

“Si bien indefectiblemente el oxígeno ingresará al vino, lo importante es cuánto y cómo ingresa. Desde el punto de vista técnico, la tasa de transferencia de oxigeno guarda relación con la densidad del cuerpo del tapón. Como nuestros tapones tienen densidad controlada, se les garantiza a los productores que el intercambio de oxígeno será homogéneo”.

Alejandro Rodríguez

Los productores

José Luis Mounier, renombrado enólogo del NOA agregó que para su proyecto “Viñas en Flor” decidió utilizar estos tapones sintéticos para despreocuparse de la posible aparición de TCA aunque aclaró que no hay milagros: “Hay que trabajar mucho el vino que se va a embotellar. El momento del embotellado es crucial porque son muchas las variables que deben tenerse en cuenta”.

Agustín Lanús, reconocido ingeniero agrónomo que está detrás de proyectos en extrema altura tanto en Salta como en Catamarca y Tucumán, agregó que a medida que el vino evoluciona y crece, el método de cierre es de vital importancia, sobre todo cuando el vino pasará suficientes años en botella. “Aquí el oxigeno juega un papel fundamental. Puede ser un amigo o un enemigo total del vino. En todo caso, lo importante, es asegurarse que esté bajo control e ingrese lo justo y necesario. La exposición controlada al oxígeno es fundamental para producir en los vinos” comentó.    

Fernando Bauso, quien junto a Federico Dávalos creó un proyecto homenajeando a varias generaciones productoras del NOA, también se decidió por utilizar éste método de cierre para su pequeño proyecto. Si bien junto a su colega no tienen dudas sobre importancia de utilizar el taponado correcto para evitar inconvenientes a futuro, considera que tal vez lo más complicado será lograr que los consumidores clásicos no juzguen al vino por la calidad del tapón. Lamentablemente todavía sucede: al adquirir vinos de alta gama, muchos consumidores esperan encontrar corcho natural. Es aquí cuando el trabajo de los comunicadores debe potenciarse para dar por cerrado el mito que relaciona la calidad del vino con el método de cierre.

Por último fue Walter Bressia hijo quien comentó que decidió taponar sus vinos con los productos que Vinventions comercializa porque garantizan una perfecta guarda. Si bien todos los proyectos presentados están pensados para soportar una larga estiba, el Monteagrelo Cabernet Franc tiene un potencial de guarda de hasta cinco años para lograr su máxima expresión.

Hasta aquí, un repaso por lo que fue otro muy interesante encuentro.

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