Conociendo Susana Balbo Wines

Conociendo Susana Balbo Wines

Por Sebastián Casabé

El pasado nueve de diciembre volví a Mendoza. Habían pasado poco más de dos años desde la última vez que estuve en la tierra del sol y del buen vino y, la maldita pandemia del Covid-19, parecía estar dándonos un respiro. Fue un viaje planeado con tres compañeros y miembros de Argentina Wine Bloggers con la idea conocer una gran cantidad de bodegas. Fueron alrededor de quince proyectos en cuatro noches completas. Una enormidad que nos dejó con mucho para contar.

La Torrontés como viento de cambio

Hace veintidós años que Susana Balbo Wines (ex Dominio del Plata) se encuentra produciendo vino. Su fundadora, Susana Balbo, fue una de las primeras enólogas mujeres con una destacable visibilidad. Su comienzo no fue fácil. Tuvo que partir hacia Cafayate para conseguir trabajo. Allí, a fuerza de visión y decisión, fue una de las responsables de “cambiar” el estilo del Torrontés que se acostumbraba a elaborar: densos, fenólicos y ligeramente amargos. Según nos explicó Gustavo Bertagna, enólogo que hace 15 años trabaja en la empresa, la Torrontés es una variedad difícil de prensar por la gran cantidad de pectinas que posee. Durante el prensado de los frutos, las pectinas se liberan en importantes cantidades y pasan al mosto reteniendo el jugo. El resultado, bajos rendimientos. Hace varios años, para evitar que esto sucediese, al mosto se lo dejaba en contacto con las pieles para que las pectinas pudiesen “romperse” y así obtener mejores rendimientos. El problema, los sabores amargos que posteriormente aparecían en los vinos. Susana fue quien decidió agregar enzimas específicas para aumentar los rendimientos y así evitar el prologando contacto del mosto con los hollejos. Sumado a fermentaciones lentas y a bajas temperaturas, el estilo del Torrontés cambió para bien.

La finca en Gualtallary

Suelos rocosos

Gustavo Bertagna nos recibió en la finca que la bodega compró hace cinco en el Valle de Uco. Si bien hay mucho que se está replantando, actualmente la finca, certificada como orgánica por Letis, cuenta con 40 hectáreas de viñedos implantados con Malbec, Chardonnay, Cabernet Franc y Torrontés. En los suelos, domina el calcáreo. Grandes piedras recubiertas por carbonato de calcio sobresalen al costado del paisaje. El trabajo para poder plantar en suelos tan rocosos, fue arduo. Por otro lado, junto al reconocido geofísico Guillermo Corona, se hicieron noventa calicatas para determinar cada perfil de suelo y así poder trabajar el viñedo según necesidades específicas. En cuanto a datos concretos, supimos que:

  • La bodega exporta el 86% de su producción a 40 países y el porcentaje restante se comercializa en el mercado interno.
  • Poco menos de la mitad del vino que producen, está destinado a ejemplares blancos y rosados.
  • Son 4 las líneas que componen el portfolio: “Crios”, “Benmarco”, “Susana Balbo Signature” y “Nosotros” como tope de gama.  
  • Las líneas “Benmarco” y “Susana Balbo Signature” tienen ediciones especiales como “Expresivo” y “Gualtallary” respectivamente.

Probando los vinos

Signature Rosé

El primer vino que probamos fue el laureado “Susana Balbo Rosé”. Según palabras de Bertagna, este vino fue “el primer vino rosado alta gama de Argentina”. Fue luego de un viaje a la región de Provenza donde sintieron el deseo de elaborar un rosado delicado y perfumado como los que allá suelen obtenerse. Elaborar un estilo tan específico no es tarea sencilla. Se necesitan cosechas tempranas para buscar alcoholes bajos, cortas maceraciones y una destacable calidad de uvas. Cortes para decidir los componentes finales, hicieron bastantes. Decidieron apostar por el Malbec sumado al Pinot Noir para la composición final. Gustavo definió la elaboración de este vino como “técnica y compleja”. La uva, al ingresar a la bodega, es puesta en cámaras frigoríficas para detener todo proceso enzimático. A las 24 horas se envía a prensas especiales junto a suficiente hielo seco. El prensado es de una suavidad absoluta y la maceración, muy corta. El resultado final es un mosto delicado que luego se desborra y se fermenta con levaduras seleccionadas provenientes de Francia durante dos semanas. Para que el vino tenga presencia en boca, se lo deja en reposo sobre lías durante tres meses.

En copa se muestra sutil tanto en colores como en aromas. Realmente hay que prestarle especial atención para captar lo que ofrece porque lo hace de manera muy delicada. Destacan las notas florales y la fruta roja fresca. Bajo ningún punto se encuentra esa explosión de fruta que muchos rosados suelen entregar en una primera olfacción. Tiene una acidez interesante y el balance general es impecable. Esta última cosecha tiene un valor de $3700.

Torrontés Barrel Fermented (gentileza Nicolás Orsini)

Seguimos con “Susana Balbo Signature Barrel Fermented Torrontés 2021”. A mi parecer, se encuentra entre los cinco mejores Torrontés del mercado. Elaborado con plantas traídas de Cafayate que fueron replantadas en Altamira, la búsqueda por elaborar un vino de alta gama basado en Torrontés empezó en 2010. Un dato interesante que Gustavo destacó, es que el uso de la barrica tiene que ser cuidadoso porque los aromas terpénicos que ofrece la Torrontés, sumado a los aromas que la barrica aporta, pueden dejar sensaciones incómodas y resultados poco armónicos. Según explicó, el tostado de las barricas se realizó con aire caliente y no con fuego. Fueron más de treinta tostados diferentes realizados bajo temperaturas diversas. Los vinos fueron criados en ellas y luego se eligieron cuatro de las muestras que mejor combinaban con la cepa. Encontré un vino en donde predomina el carácter cítrico/floral. Si bien aromáticamente tiene la intensidad típica de la variedad, es delicado. Sus aromas no saturan sino que terminan siendo armónicos. Un Torrontés elegante y ciertamente diferente. Esta última cosecha tiene un valor de $2700.

Continuamos con el “Bermarco Sin Límites Gualtallary – Chardonnay 2020”. Del mismo modo que para la elaboración del rosado se inspiraron en la región de Provenza, según Gustavo, con este Chardonnay buscaron acercarse al estilo de los Chardonnay que en Chablis se elaboran. Encontré un vino en donde predominan las frutas blancas de carozo, las frutas cítricas y una destacable frescura. Al beberlo aparece un recuerdo salino y un buen medio de boca gracias a las barricas usadas que se utilizan durante los seis meses de crianza. Esta última cosecha tiene un valor de $2700.

Malbec Orgánico

Al “Benmarco Sin Límites Malbec Orgánico” pude probarlo hace ya unos meses. Recuerdo que me había sorprendido gratamente. Fue muy interesante haber podido probar, en una suerte de primicia, la cosecha 2020 que pronto llegará al mercado. Sin agregado de sulfitos ni levaduras, así como tampoco posterior corrección de acidez, Gustavo definió al vino como “uva de primera calidad puesta en un tanque”. Nuevamente predomina la fruta prístina sumando notas claras a violetas. Es profundo y con textura. Vuelvo a pensar que tiene un enorme camino por delante. El Diam 10 utilizado como método de cierre, lo confirma.

El “Benmarco Sin Limites Gualtallary Malbec 2020” estaba recién fraccionado. Noté un vino con un enorme potencial aunque ciertamente le faltaba un buen tiempo en botella.

Benmarco Cabernet Franc

Continuamos con el “Benmarco Cabernet Franc 2020”. Un Franc hecho y derecho. Predomina el carácter vegetal. El pimiento verde, en primer plano. Con el paso de los minutos comienzan a aparecer los aromas afrutados y una clara hoja de tomate que a todos sorprendió. Es profundo, con taninos de grano fino que aportan textura. Posee un un frutado y persistente. Para quien desee probar un Cabernet Franc de manual. Esta última cosecha tiene un valor de $2100.

El “Bermarco Expresivo 2019” fue definido por Gustavo como un “vino de viticultor”. Un corte de Malbec y Cabernet Franc que entrega una variada paleta de aromas: fruta negra madura, café, notas tostadas y cuero. Es un vino amplio y persistente que, si bien disfruté, no dudo que un tiempo más en botella será un gran aliado.

Benmarco Expresivo

Si el “Benmarco Expresivo” fue definido por Bertagna como el “vino del viticultor”, el “Brioso” fue definido como el “vino del enólogo”. El proceso de elaboración en bodega, es mayor: largas extracciones, delestage y uso de barricas nuevas  que permiten obtener vinos intensos, estructurados y con un enorme potencial de guarda. Este corte bordelés dominado por el Cabernet Sauvignon, también tiene aporte de Cabernet Franc, Malbec y Petit Verdot. Un “Estate Wine” que proviene del viñedo que la bodega posee en Agrelo. Según Gustavo, los suelos arcillosos de Agrelo imprimen en el vino redondez y taninos sedosos. Es un vino de estilo clásico que muestra la potencia de la primera zona.

Nosotros

El almuerzo concluyó con el “Nosotros”. Un Malbec Single Vineyard que se elaboró por primera vez en 2006 que uvas provenientes de Agrelo. En 2009, por una helada devastadora, perdieron el 98% de las uvas. Esto los puso en la disyuntiva de tener que elegir cómo continuar. La idea, diversificar terruños para no tener concentrado todo en una zona. Para el “Nosotros”, la uva proviene de Agrelo, Gualtallary, Altamira, Los Chacayes y Vista Flores. Antes de la crianza, se hacen catas a ciegas con los vinos de cada zona. Los elegidos, componen en corte final. Es un vino que necesita de cierto tiempo para ser disfrutado. Es complejo, elegante y muy largo.

Hasta acá, un repaso de lo que fue nuestra primera parada. Todavía faltaba mucho por recorrer y, prontamente, sabrán qué otros proyectos pudimos conocer.

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