Por Sebastián Casabé
Recientemente en CAVE (Centro Argentino de Vinos y Espirituosas), tuvo lugar un muy interesante seminario sobre los vinos de Austria dictado por Guillermo Pivetta, representante de la bodega Markus Huber, quién centró su exposición en conocer a fondo las dos variedades blancas más emblemáticas de Austria: la Grüner Veltliner, considerada la cepa insignia del país y la Riesling. Por otro lado tuvimos la oportunidad de degustar cuatro vinos, todos caracterizados por un elemento en común: su destacada elegancia y frescura.
Diversidad y Tipicidad
Austria, con alrededor de 44,000 hectáreas de viñedos, es un país caracterizado por su gran diversidad vitivinícola. Una de sus regiones más destacadas es Traisental que, a pesar de ser una de las más pequeñas, goza de gran prestigio, con 860 hectáreas plantadas. En esta zona predominan los vinos blancos, que representan más del 70% de la producción, con el Grüner Veltliner y el Riesling como variedades principales. Establecida en 1995, el Traisental es una de las regiones vinícolas más jóvenes de Austria y ha logrado destacarse a pesar de su tamaño reducido.
La región se caracteriza por sus suelos calcáreos (limestone), formados hace 600 millones de años, sumado a la grava calcárea dolomítica gruesa, depositada hace unos 16 millones de años por el antiguo río Traisen. El clima, que recuerda al de Borgoña, combinado con su altitud y latitud, favorece la creación de vinos elegantes y bien equilibrados.
Sistema de Clasificación de los vinos austríacos
Austria cuenta con un sistema de clasificación riguroso que asegura la calidad de sus vinos. Este sistema se basa en cuatro niveles principales que facilita la identificación de los vinos según su origen y calidad:
- Wine of Austria: Clasificación general para vinos de calidad.
- Village: Vinos que reflejan las características de un pueblo o región específicos.
- Premier Cru: De viñedos destacados, con calidad superior.
- Grand Cru: Máxima expresión del terroir, provenientes de los mejores viñedos.
Cultura y Crianza de los vinos Austriacos
Un aspecto notable de los vinos austriacos es su fuerte conexión con la cultura local. El 80% del vino consumido en Austria es de producción nacional. Otro detalle interesante es el uso de la madera en la crianza de los vinos austriacos, donde, además del roble francés, se emplea con frecuencia la madera de acacia. Según Pivetta, esta elección aporta a los vinos aromas delicados y sutiles que complementan su tipicidad varietal sin opacarla, preservando así su autenticidad y elegancia.
Elegancia para la Gastronomía Actual
Durante la degustación, quedó en evidencia que los vinos austriacos son perfectos para la gastronomía contemporánea gracias a su elegancia sobria, su destacada frescura, y su delicadeza. Además, poseen una amplitud y profundidad, acompañadas de una acidez vibrante y alcoholes moderados, que los convierten en una opción ideal para maridar con una amplia variedad de platos.
Aunque algunos poseen un gran potencial de guarda, también pueden disfrutarse jóvenes, gracias a su equilibrio y accesibilidad. En el caso de los Rieslings probados, resultó interesante notar que no presentaban la típica nota de hidrocarburo (TDN) tan evidente en los vinos jóvenes del Nuevo Mundo. Según se explicó, en el Viejo Mundo este aroma suele aparecer con el tiempo, especialmente en vinos de guarda prolongada.
Conclusión
Es fundamental poder participar en seminarios como este, ya que en nuestro país es complicado acceder a vinos de regiones tan prestigiosas. Me fui muy contento de haber podido conocer más sobre esta región y de haber probado vinos tan interesantes. De algún modo, siento que estos vinos podrían complementar perfectamente ciertos estilos de gastronomía que están surgiendo en nuestro país, ofreciendo una propuesta que enriquecería nuestra oferta culinaria local.