Vengo siguiendo los vinos que Rosell Boher elabora desde hace largo tiempo. He tenido la suerte de participar en varias degustaciones y, en muchas de ellas, se encontraba presente Alejandro “Pepe” Martínez Rosell.
Poder conocer el Lodge que hace algunos años inauguró en Alto Agrelo, era algo que desde hace mucho deseaba. Gracias a un viaje que organizamos con tres amigos y miembros de Argentina Wine Bloggers, pudimos hacerlo. Quien nos recibió el mismo Alejandro Martínez Rosell, Un lujo que pudimos disfrutar de principio a fin.
Los comienzos
La historia del Rosell Boher Lodge surgió hace aproximadamente quince años. Una empresa de Buenos Aires decidió invertir en un proyecto agrícola inmobiliario desarrollando 820 hectáreas en el corazón de Alto Agrelo. La idea era permitirles, a quienes quisiesen oficiar de inversores, comprar parcelas de viñedos con la tranquilidad de tener incluida la administración vitivinícola. En sus inicios, la administración técnica y operativa estaba a cargo de Santa María de los Andes. Problemas de diversa índole comenzaron a surgir y con ellos, la caída de las inversiones.
El resurgimiento
Fue el empresario norteamericano de origen coreano Young Woo & Asociados quien impulsó nuevamente el proyecto. Como controlante del 100%, el emprendimiento pasó a llamarse DragonBack Estate y la idea continuaba siendo la misma: convertirse en un barrio cerrado donde sus habitantes tenían la posibilidad de elaborar sus propios vinos. Si bien esa idea no prosperó, Bodega Rosell Boher encontró la oportunidad de adquirir 40 hectáreas con la idea de construir tres grandes condominios emplazados en la mitad del viñedo. Fue Alejandro Martínez Rosell quien aconsejó qué variedades implantar y cómo valorizar la tierra.
El Lodge, hoy
Las casas donde uno puede hospedarse se encuentran entre las viñas. Algo bellísimo de observar. Fue una enormidad lo que creció el proyecto desde entonces. Hoy, el Rosell Boher Lodge cuenta con un Guest House de tres habitaciones sumado a once villas privadas de las cuales ocho, fueron construidas de forma reciente. Cada una de ellas con cavas, jacuzzi y terrazas individuales desde donde pueden observarse los viñedos implantados con Malbec, Cabernet Franc, Pinot Noir, Chadonnay y Viognier.
Restaurante premiado
El restaurante que se encuentra en el Lodge ganó recientemente el premio “Oro” en la categoría global de las “Great Wine Capitals” posicionándolo como el mejor restaurante de bodega a nivel mundial. Gracias a Alejandro Martínez Rosell, pudimos conocer la propuesta gastronómica ideada por el Chef Lucas Olcese. Compuesta por diversos pasos, cada plato fue pensado para ser acompañado con los vinos que Rosell Boher elabora. Pudimos degustar, entre varias etiquetas, las nuevas añadas de la línea “Fincas”, dos varietales compuestos por un Malbec de San Pablo y un Viognier de Agrelo con una gran expresión frutal sin aporte de madera. Los varietales de la muy reconocida línea “Casa Boher” así como los delicados espumosos por los cuales la bodega es ampliamente reconocida, también pudimos degustarlos.
En una segunda nota ampliaré todo lo que el lugar ofrece para todo aquel que quiera conocer este magnífico proyecto.
