Por Sebastián Casabé
Hay una realidad innegable: la mayoria de las personas compran vino en el supermercado de barrio. ¿Está mal hacerlo? De ningún modo, aunque personalmente creo que lo mejor sería comprarlo en una vinoteca. De éste modo nos aseguramos la calidad de lo que nos estamos llevando y, por sobre todas las cosas, tendremos el asesoramiento continuo del vinotequero quien nos guiará en nuestra búsqueda. Como eso no siempre sucede y por lo general nos encontramos solos frente a inmensas góndolas con cientos de opciones, te dejo ciertos tips para que evalúes lo que vas a comprar antes de meter la botella en el carrito.
Hay una realidad innegable: la mayoria de las personas compran vino en el supermercado de barrio. ¿Está mal hacerlo?
¿Qué vas a comer?: no es lo mismo un simple picoteo entre amigos que una comida elaborada. Es importante hacernos ésta pregunta ya que achicamos el caudal de ejemplares que están exhibidos.
Variedad: una vez que sepamos qué vamos a comer, vamos a poder encarar nuestra búsqueda a una determinada variedad. Si tenemos pensado cenar pescados, Sushi o comidas picantes, me inclinaría por algún blanco o rosado. Si queremos algún tinto liviano, los Pinot Noir son una buena opción. Si en cambio estamos por encarar algún asado o carne al horno, podremos virar hacia el lado de los tintos: Malbec y Cabernet inundan las góndolas.
Precio: debemos saber cuánto queremos gastar. Teniendo en cuenta que una gaseosa de primera marca está cerca de los setenta pesos, sepamos que una botella de vino estará saliendo un mínimo de ciento veinte pesos (exceptuando cualquier promoción de turno). Para la gama de vinos que oscilan entre los ciento veinte y ciento cuarenta pesos, los ejemplares que nos brinda Bodega Salentein con sus “Portillo” son una buena opción.
Año de cosecha: ítem fundamental para evitar horrores en la mesa. Es realmente importante prestarle atención al año que aparece impreso en la etiqueta. Los vinos jóvenes (lo que la mayoría de las personas llevan a su mesa) están pensados para ser consumidos durante el año de embotellado. A lo sumo pueden esperar un año más. Por lo cuál, si vas a comprar un vino para todos los días, elegí los que hayan sido cosechados durante el último año. De esta forma vas a evitar ciertos defectos que produce el paso del tiempo en vinos que no son pensados para la guarda.
Temperatura: cualquiera sea el vino que hayas comprado, es fundamental tomarlo a la temperatura adecuada No hace falta tener un termómetro ni una pequeña cava en casa. Hacela fácil: en épocas en donde hace mucho calor, cuarenta minutos antes de abrir el vino, metelo en la heladera. Un vino a temperatura adecuada podrá mostrar todas sus virtudes como aromas y texturas en boca. Si lo tomas caliente vas a sentir el alcohol muy elevado y podes “quemarte” al tragarlo (esa sensación se llama causticidad y es la misma que podemos sentir al tragar una bebida blanca). Si te interesa saber más acerca de la temperatura y el vino, hace clic acá
Salud!
