Por Sebastián Casabé
Como es habitual, al momento de presentar sus nuevos proyectos, las bodegas realizan diversos encuentros a fin de enseñar sus novedades. En éste caso, Bernardo Bossi Bonilla (winemaker) junto a Marisel Millan (encargada del proyecto) organizaron en Viña Urbana un encuentro para dar conocer las últimas incorporaciones a su línea Fuego Blanco Wines, ejemplares que buscan representar uno de los terruños más interesantes que ofrece nuestro país: el Valle del Pedernal, San Juan.
Luego de una introducción bastante amena por parte de Bernardo y Marisel, en donde nos explicaron las particularidades del valle, el clima que lo caracteriza y la composición de los suelos (sedimentarios marinos con piedras de origen aluvial y suficiente carbonato de calcio disuelto) en donde se encuentran plantadas las diferentes variedades, comenzamos a probar los ejemplares elegidos.
Arrancamos con una variedad de origen alemán. La Gewürztraminer de Fuego Blanco que se presentó de forma exclusiva por estar próximo a su lanzamiento busca mostrar, sin maquillaje alguno, las particularidades de ésta variedad. Su tono rosa pálido suele no verse con asiduidad en otros ejemplares de la misma variedad. El motivo es que muchas bodegas prefieren trabajar al vino para presentarlo con tonos amarillos claros. De más está decir que esto no habla mal de quienes prefieren hacerlo. Son decisiones totalmente respetables de cada equipo enológico. El vino en sí me pareció interesante. Presenta aromas florales y volumen en boca. Por ende tiene cierto peso. Su marcada frescura lo vuelve un ejemplar versátil y muy bebible.
A medida que el encuentro se iba desarrollando y los fuegos prendidos al comienzo fueron entregando deliciosos cortes y sándwiches, los tintos comenzaron su danza.
El primer turno fue para el corte Malbec-Syrah 2014. Éste ejemplar presentó un intenso aroma a fruta oscura con cierta madurez gracias al Malbec. Lo acompañó una leve punta vegetal y ahumada aportados por el Syrah. En boca, si bien esperaba encontrar mayor robustez (tal vez por lo que me insinuaron sus aromas), entregó frescura. Eso me pareció interesante ya que generó un contraste notorio. Creo que, gracias a su estilo, a un público amplio le será de agrado.
Seguimos con el ejemplar que causó, por lo menos en mí, gran interés. Un blend compuesto por Cabernet Franc-Malbec. Me gustó su sutiliza. Ninguna sensación predominaba por sobre otras. Todo se encontraba bien integrado y, en boca, llenaba cada espacio. Mientras el Franc aportaba profundidad el Malbec brindaba ancho de boca.
Intenso y de gran presencia, muestra los interesantes blends que están apareciendo en el mercado actual.
Intenso y de gran presencia, muestra los interesantes blends que están apareciendo en el mercado actual.
Para cerrar, la estrella de la noche. Una de las últimas incorporaciones al amplio portfolio de Fuego Blanco y por el cual estuvimos presentes, fue el Flinstone Malbec 2015. La idea central fue mostrar, con este ejemplar, el potencial del Pedernal.
Con una cosecha diferenciada de tratamiento especial por fermentar parte en huevos de hormigón, rolls fermentor de 500 litros y maduraciones en toneles de roble ya usados, muestra taninos finos y estructura. Un vino completo para ser bebido en forma pausada ya que, a medida que los minutos pasan, sus capas aromáticas van apareciendo.
Muy interesante la experiencia vivida ya que permitió a todos los presentes seguir explorando los diferentes perfiles que ofrecen los vinos argentinos.
Un especial agradecimiento a Mariano Martín por la invitación.
Muy interesante la experiencia vivida ya que permitió a todos los presentes seguir explorando los diferentes perfiles que ofrecen los vinos argentinos.
Un especial agradecimiento a Mariano Martín por la invitación.