Por Sebastián Casabé
En un momento de tanta incertidumbre como la que estamos atravesando, las bodegas buscan reinventarse y seguir compartiendo proyectos y novedades. Hace pocos días tuve la oportunidad de participar, junto a varios colegas, del lanzamiento virtual de una nueva línea de blends que busca continuar interpretando diferentes localidades de Luján de Cuyo.
Quien abrió el encuentro fue Martín Pérez Cambet, Director Comercial de Bodega Casarena. En una charla amena y distendida, contó cómo nació el deseo por generar una nueva línea de vinos que continúe representando el terroir de Luján de Cuyo. Haciendo un breve repaso por la historia de la bodega comentó que, con apenas quince años, Casarena tuvo que adaptarse con rapidez a los cambios que fueron ocurriendo durante la última década. “El deseo por acompañar la evolución de la viticultura, que buscó salir de la bodega para meterse de lleno en el viñedo, fue el principal disparador de este nuevo proyecto. Estos blends vienen a completar una parte interesante de nuestro portfolio” comentó.
Un punto interesante que surgió durante el encuentro fue la diferencia que existe entre las búsquedas actuales y las de hace unas décadas. Si durante el último tiempo el tipo de crianza, los diferentes tipos de roble y los meses en barricas pasaron a un segundo plano, es porque lo que marca el horizonte de los vinos actuales, es la interpretación del terruño.
Otra de las aspiraciones que tuvo el equipo de Casarena a la hora de elaborar esta nueva línea fue dejar bien en claro de dónde nacen los vinos: “Algo innegable que ocurrió durante los últimos años fue la explosión del Valle de Uco. Volver a poner a Luján de Cuyo en el centro de la escena fue un deseo y a la vez un desafío interesante”.
Sinergy Vineyard Blends: tres viñedos bien diferenciados
Leandro Azin, enólogo de la bodega, fue quien tomó la posta explicando las características y diferenciales de cada finca. Según Azin, la idea que persiguieron con el resto del equipo fue lograr que cada botella represente la personalidad del viñedo. “El objetivo de estos blends, que buscan ocupar el lugar que existe entre la línea Reserva y los Single Vineyard, es mostrar cómo las cepas se expresan de forma diversa en base al terruño en el cual se encuentren”. Para realizar cada ejemplar, Leandro contó que las uvas se cosechan en el mismo punto de maduración y pasan por una doble selección de racimos y granos. La fermentación de cada varietal se realiza por separado (previa maceración en frío) y con grano entero. Al finalizar, cada varietal pasa seis meses en barricas de roble francés de segundo uso. Lo que Leandro dejó en claro, es que con todos los vinos buscan una madurez y riqueza polifenólica respetando al máximo lo que cada viña entrega.
Casarena Sinergy Finca Jamilla 2018
Directo de Perdriel, zona emblemática y en donde se encuentra la Bodega, Jamilla es un blend compuesto por 70% Malbec / 20% Syrah / 10% Merlot. De entrada semi dulce, es un vino amplio y con buena concentración de fruta. Se nota su paso por barrica y ofrece una frescura que lo vuelve ágil.
Casarena Sinergy Finca Owen 2018
Leandro Azin contó el orgullo que se siente el equipo por finca Owen. Según dijeron, es un “sobreviviente que resistió todas las modas”. Ubicado en Agrelo, es una viña antigua de suelos profundos que genera bajos rendimientos y buena madurez.
En este caso tenemos un blend compuesto en un 60% por un Cabernet Sauvignon que proviene de un parral antiguo, sumado a un 40% de Malbec. Lo sentí en un principio más austero en nariz pero, con el correr de los minutos, despliega sus aromas. La nota típica a morrón verde está presente aunque no predomina. Tiene taninos elegantes y se encuentra bien integrado. Tiene cuerda para rato.
Casarena Sinergy Finca Lauren 2018
También de Agrelo, es el viñedo más grande y complejo que manejan. Según comentó el equipo, de esta finca nacen vinos con mayor acidez natural. Esto sucede por el tipo de suelo que presenta la finca (arcilla y limo con base de arena). Otro factor influyente es la marcada amplitud térmica que existe en Agrelo en contraposición a otras localidades de Luján de Cuyo.
En este caso el corte presenta Cabernet Franc en un 60%, Merlot en un 30% y Malbec 10%. Es el que más disfruté. Encontré vino un potente, ancho, de carácter especiado con mucha estructura y persistencia. También considero que con el paso de unos años, puede crecer aún más.
En líneas generales todos los ejemplares degustados me resultaron interesantes. Los tres muestran diferencias significativas y poseen un gran potencial de guarda. Es interesante seguir encontrando proyectos que buscan revalorizar las zonas por sobre la variedad.
Cada ejemplar se comercializa por separado y tiene un precio sugerido de $899
Gracias a todo el equipo de Casarena Bodega y Viñedos por la invitación a tan interesante encuentro.