Por Sebastián Casabé
El tiempo durante el cual podremos guardar un vino dependerá de factores diversos. Es necesario conocer qué tipo de ejemplares están pensados para tal fin y cuáles son las condiciones adecuadas para que éstos puedan permanecer estables por más tiempo.
Primero, a derribar mitos: no todos los vinos mejoran con los años.
Por lo general, los vinos jóvenes, están diseñados para ser consumidos desde el año de cosecha (suele aparecer impreso en la etiqueta) y por un período no mayor a los dos años. Lo que se busca en este tipo de ejemplares es destacar su frescura y las características puntuales de la variedad con la cual fue elaborado. Pasado ese tiempo, no habrá método de conservación que ayude a sostener sus cualidades intactas. Otros, sin embargo, están pensados desde su concepción para una guarda prolongada.
Conocer la variedad con la cual fue elaborado el ejemplar que estamos adquiriendo, es clave. Algunas cepas, por su estructura, otorgan mayor potencial de guarda: Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot y Cabernet Franc, son algunas de ellas. Esto sucede porque los taninos, el alcohol y por sobre todo la acidez, funcionan como “columna vertebral” en los vinos tintos. A mayor concentración, mayor capacidad de guarda. Las variedades nombradas anteriormente suelen poseer buena cantidad de dichos compuestos. Por otro lado, conocer si el ejemplar tuvo contacto con madera (barricas, fudres o toneles), es fundamental. Un tiempo considerable de reposo ofrecerá mayor potencial de guarda.
Por último, y a modo de consejo, sería bueno conservar un mínimo de tres botellas de un mismo vino. Destapar algunas en diferentes momentos hará que podamos comparar su evolución.
Condiciones de guarda
Almacenar los ejemplares en condiciones adecuadas tendrá un impacto concreto sobre la evolución de los vinos. La temperatura, la humedad, la luz, la ventilación, los aromas del ambiente y la posición de las botellas, inciden en el resultado final. Si bien sería ideal tener una cava refrigerada o un sector destinado a la guarda, con tener las botellas en un lugar sin exposición a la luz/calor y en forma horizontal, estaremos bien. Podemos pensar, por ejemplo, en una valija grande bajo la cama, algún placar o bajo mesada. Lo importante es que el lugar sea fresco. Algunos recomiendan, a su vez, retirar el capuchón de las botellas dejando el corcho a la vista. De ésta manera, cuando el vino ascienda hacia el pico, será tiempo de abrir la botella.
De más está decir que no se puede garantizar el éxito pero, tomando ciertos cuidados, estaremos ayudando a que el tiempo no deteriore los ejemplares.
¿Qué podremos encontrar en este tipo de ejemplares?
Si el ejemplar evolucionó en forma correcta mostrará un sinfín de atributos que poco tienen que ver con lo que estamos acostumbrados a beber. Sus colores y aromas cambiarán en forma rotunda y es esperable, en un principio, no comprender todo lo que ofrece. Por lo general los vinos tintos nacen con colores purpúreos, violáceos o morados. A medida que el tiempo transcurre, dichos tonos cambiarán y podrán encontrarse matices anaranjados como el ladrillo.
Esto es algo esperable. Sepamos que, determinados colores en un vino, indican evolución. Si hablamos de un ejemplar de uva blanca, los amarillos/verdosos brillantes, tomarán acentos oscuros, similares al dorado. Si de aromas se trata, la experiencia es única: los tintos obtendrán notas maduras o terrosas: hongos, higos, compota de ciruelas, cueros, avellanas y demás notas llamativas. Por su parte en los blancos podrá hacerse presente la miel, la banana, flores, manzanilla, coco, frutos secos etc. Cuando lo lleven a la boca, no pretendan encontrar la potencia arrolladora de la juventud. Los taninos podrán encontrarse dóciles y, en líneas generales, reinará lo sedoso. Entendamos que estos ejemplares deben saber esperarse. Un vino que estuvo tanto tiempo encerrado en botella no logrará expresar todo su potencial en pocos minutos. Es ideal decantarlos un tiempo considerable previo a ser bebidos. Les puedo asegurar que, como experiencia, es algo inolvidable.
Te dejo tres ejemplares de Mendel Wines; Bodega Bianchi y La Mascota Vineyards para que compres y guardes un par de años. ¡Salud!