Por Sebastián Casabé
Invitado por la Escuela Argentina de Vinos tuve la oportunidad de participar de la degustación organizada por la bodega “Alfredo Roca”. Comandada por Graciela Roca hemos repasado su historia así como también probado seis diversos ejemplares que demuestran toda la pasión, el trabajo y la dedicación con la que elaboran sus vinos.
Algo de historia:
La bodega “Alfredo Roca” se encuentra en San Rafael, Mendoza, al pie de la Cordillera de los Andes. Alfredo Roca (creador del mítico “Sutter etiqueta marrón”) fue quien concretó el sueño de establecer un lugar propio para elaborar vinos con las uvas provenientes de las viñas familiares. Cabe destacar que los Roca llevan más de cien años en nuestro país produciendo uvas de gran calidad y, al día de hoy, es la es la cuarta generación de la familia la que se encarga de todo lo que sucede en la bodega. Graciela Roca, quien se se desempeña en el sector comercial, es la responsable de liderar cada degustación que se organiza así como también dar a conocer los nuevos ejemplares que salen al mercado. Alejandro Roca, presidente general, tiene a cargo la dirección enológica y, junto a un enólogo, un técnico y un ingeniero agrónomo, tiene la tarea de buscar la madurez óptima de las uvas para lograr ese estilo tan particular que presentan los vinos de la bodega. Por último se encuentra Carolina Roca quien está a cargo de las exportaciones. Si se tiene en cuenta que el setenta por ciento de la producción se exporta, el trabajo de Carolina es fundamental.
Los vinos:
Alfredo Roca línea Fincas. Tocai 2017 (valor sugerido, $180)
¿Cuántos varietales de Tocai Friulano conocen? Honestamente, pocas veces tuve la oportunidad de degustar un ejemplar de éste estilo. También conocida como Sauvignon Vert, ésta uva proveniente del noroeste italiano y familiar de la Sauvignon Blanc, ya se encontraba plantada en la bodega. Luego de observar sus cualidades, la familia Roca decidió respetar lo encontrado. Grato acierto. No sólo les permite a los consumidores probar una varietal poco habitual sino que es uno de los pocos proyectos que surgen desde la bodega y no desde el mercado.
En cuanto al vino puedo decir que, al haber sido cosechado más temprano, me pareció interesante el nivel de acidez que presenta. Es fresco, frutal y podemos encontrar alguna que otra flor. En boca noté cierta cremosidad que, gracias a su frescura, no termina de empalagar.
Un vino ideal para éstos días de verano.
Alfredo Roca línea Fincas. Pinot Noir 2016 (valor sugerido, $245)
Luego de un viaje por los Estados Unidos, Alfredo Roca quedó encantado con ésta variedad y pudo ver en ella su potencial. Como todo visionario pensó que San Rafael podía dar buenos ejemplares aún siendo una cepa genéticamente compleja, que tiende a sufrir varias enfermedades y que se adapta mejor a los climas fríos. Decidió probar. No se equivocó. El clima que predomina en San Rafael es desértico y, gracias a la baja humedad de la zona, no hay esporas de hongos dando vueltas. Esto supuso un lugar de protección para el Pinot Noir.
Este ejemplar es ideal para quienes quieren comenzar a conocer dicha variedad. Su baja intensidad colorante sumado a un color rosado pálido, es atractivo a la vista. En nariz encontramos fruta fresca y algo terroso. En boca es suave y ligero. Es interesante notar que, si bien tiene un breve paso por madera, ésta no es la protagonista.
Me pareció un vino interesante para tomar un poco más frío de lo que sugiere la etiqueta. Creo que con una selección de ciertos quesos o para comidas picantes, es una excelente opción para comenzar una cena.
Alfredo Roca “Dedicación Personal” Bonarda 2013 (valor sugerido, $396)
La Bonarda es la uva representativa de la región en donde se encuentra la bodega y, con éste ejemplar, entramos en la línea llamada “Dedicación Personal”.
De todas las variedades que trabaja la bodega, la Bonarda es la última en ser cosechada. Esto le aporta al vino una concentración mayor de colores y aromas. Éste ejemplar paso cerca de un año en contacto con roble americano, lo que le genera ese perfil intenso, frutado y con reminiscencias a vainilla y coco. Es llamativa la intensidad frutal que presenta aún habiendo pasado cuatro años desde que fue embotellado. Me parece algo a destacable. Sus taninos presentes y su marcada acidez muestran un vino muy amable, que denota presencia.
Para los consumidores que son grandes “Malbequeros” y desean encontrar un ejemplar que funcione como “paso previo” antes de comenzar a beber tintos potentes como algunos Cabernet Sauvignon, ésta Bonarda es ideal.
Alfredo Roca “Reserva de familia” Tempranillo 2013 (valor sugerido, $650)
Con sólo cinco hectáreas plantadas, la bodega, con este ejemplar, sale del estándar. Varietal de Tempranillo hay pocos y no siempre salen buenos, sobre todo en nuestro país. No es éste el caso.
Los consumidores no estamos acostumbrados a elegir esta cepa a la hora de comprar un vino. Algo lógico por ser ejemplares poco difundidos.
Quien quiera conocer un buen Tempranillo, éste ejemplar intenso, complejo, con aromas a café, tabaco y una madera bien integrada, es ideal. En el último tiempo pareciera ser que la madera es una “enemiga” en los vinos ya que, usada en forma excesiva, puede llegar a esconder las características de cada variedad. Creo que lo importante no está en saber si el vino tiene o no paso por madera sino en entender que lo importante es si está o no bien integrada. Si sentimos que estamos tomando un mueble en lugar de un vino, algo falló. Cuando encuentro ejemplares con un paso tan largo por roble (en este caso catorce meses) que le aportan al vino algo sutil, bienvenido sea.
¿Vas a hacer alguna carne a la parrilla o comer comidas bien intensas? No dudes en probar éste ejemplar
Roca Dulce Natural, espumante (valor sugerido $200)
Es sabido que, para elaborar espumantes, las bodegas necesitan tener un edificio independiente para su elaboración. Fue recién en el 2015 cuando la bodega Roca realizó dicha inversión para poder tener su propia champagnera y así comenzar a tener espumantes en el mercado.
Éste ejemplar es un varietal cien por ciento Chinin Blanc y, para realizarlo, se puso en forma directa el mosto (jugo de la uva) en el tanque, se realizo el inicio de la fermentación y luego, con un cierre hermético, lograron que el dióxido de carbono se disolviera en el líquido. Cuando se alcanzó la presión suficiente para hacer el espumante, se frenó con frío la fermentación.
De entrada dulce, agradable y con aromas marcados a flores, me parece una buena opción para terminar una cena y comenzar con deliciosos postres.
Agradezco a bodega “Alfredo Roca” por la oportunidad de probar sus ejemplares. Salud!